¡Cambiemos!



¿Guerra? ¿Hambre? ¿Pobreza? ¿Violencia? ¿Cambio climático? ¿Globalización? Palabras que relacionamos con imágenes, las mismas que procuramos no mirar durante mucho tiempo, ante las que no podemos evitar una expresión de sorpresa o incluso una mueca de desagrado, o de las que intentamos olvidarnos al instante para evitar sentirnos culpables, tristes y en algunas ocasiones impotentes.


Optamos vivir nuestra vida, afrontando dificultades que consideramos equiparables a estas tragedias, sin detenernos a recordar lo que verdaderamente reflejaban dichas imágenes y olvidándonos completamente de los sentimientos que despertaron en nosotros.


Somos afortunados por no ser los protagonistas de estas fotografías, pero también debemos desear cambiarlo, luchar por que otros tengan nuestra vida… No somos conscientes de que toda gran hazaña comenzó siendo tan sólo un sueño, una idea, una utopía…Miremos a nuestro alrededor y prestemos atención a lo que antes pasábamos por alto porque estamos rodeados de injusticias que podemos solventar.


Comencemos a manifestar nuestro malestar, ayudemos a los que nos rodean, colaboremos en un proyecto solidario y poco a poco cambiemos.


Beatriz Toscano Valle.

jueves, 15 de diciembre de 2011

" PROTOTIPO DE EMPLEADO DESCONTENTO"


 Todas las empresas  tienen al menos un empleado descontento. A pesar de lo avanzada que pueda ser una empresa, de todos los beneficios que pueda  ofrecer,  de tener el supervisor más abierto y accesible todas las organizaciones se enfrentan a esta cuestión. A menudo, el hecho que un empleado se encuentre descontento es evidente mientras otras  veces es menos perceptible. Numerosas empresas se enfrentan a estas situaciones.
Aquí hemos obtenido los comportamientos  de un empleado descontento:
 
1. Llega tarde a las reuniones de la empresa, o simplemente falta.
2. Asiste a las reuniones pero está intranquilo, agitado o aburrido.
3. Con frecuencia no cumple las labores encomendadas en la fecha acordada.
4. Cambia la calidad del trabajo del empleado de fuerte a mediocre o pobre, tiene dificultades para mantener el ritmo de trabajo.
5. Frecuentemente sale de trabajar temprano, llega tarde o llama para comunicar que está enfermo.
6. Pasa el tiempo en navegar por Internet o por el teléfono.
7. Responde un enfrentamiento agresivo a las peticiones simples o comentarios.
8. Siempre negativo, le es difícil encontrar soluciones.

A veces la infelicidad de un empleado no tiene nada que ver con el lugar de trabajo y puede deberse a algo que  sucede en su vida personal. Aunque puede afectar el desempeño normal de la empresa se debe de  ayudar personalmente a los empleados para que se ocupen de sus cuestiones personales.
Las empresas se enfrentan día a día a este prototipo de trabajador pero con un poco de preocupación y un montón de comunicación se puede  transformar a un trabajador que no es feliz en uno más motivados y comprometido en su negocio.




Elena López Cantero

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