¿Amor? Palabra que procede del latín (amor, -ōris) , de cuatro letras, sencilla. Pero, que al mismo tiempo representa todo un mundo.
Para algunos un sueño, algo por lo que luchar y seguir adelante. Para otros, simplemente es una ilusión, una mera farsa, producto de la imaginación.
Amor platónico, fugaz, verdadero, sin barreras, infiel pero al fin y al cabo… amor. Hay tantos tipos, como historias de amor que se han convertido en leyenda. Aquí recojo algunas de las más célebres historias de amor.
Shah Jahan y Mumtaz Mahal
Un día, en un bazar, un joven príncipe llamado Kurramsus, educado en palacio y alejado del ambiente conoció a la princesa Arjumand de asombrosa belleza y tan sólo 15 años, hija del Primer Ministro de la Corte. Fue amor a primera vista.
El príncipe, embrujado por tal belleza, pagó sin dudarlo el collar de cristal que ella se estaba probando y así conquistó el corazón de su futura esposa. Aunque el príncipe ya poseía otras esposas, Arjumand fue siempre su favorita.
Cinco años más tarde, en el año 1612, tuvo lugar la boda, una ceremonia espectacular, en la que el Emperador nombró a Arjumand Mumtaz Mahal, La Elegida del Palacio .
Años después, el príncipe fue coronado tomando el nombre de Shah Jahan (Rey del Mundo) y gobernó en paz. Sin embargo, cuatro años más tarde, su esposa, Mumtaz Mahal, murió dando a luz a un nuevo hijo.
En su lecho de muerte, la reina le pidió a su amado soberano que levantara en su memoria un monumento sin igual en el mundo. El Taj Mahal.
Cleopatra, Julio César y Marco Antonio
En el año 40 a.C. , Cleopatra, con la ayuda de Julio César, destituyó a su hermano-esposo, con quien compartía el trono.
Tras convertirse en exclusiva soberana, se convirtió en la amante de Julio César. Éste, por amor, entró en una guerra contra Pompeyo, en la que puso en peligro el Imperio Romano, para restaurar a Cleopatra como reina de Egipto.
Más tarde, ambos se asentaron en Roma y tuvieron un hijo llamado Cesáreo. Tras el asesinato de Julio César, en el 44 a. de C. , Cleopatra huyó de Roma.
Entonces, ganó los afectos de Marco Antonio y con él regresó a Egipto en el 42 a. de C. En el 36 se casaron.
Cuentan que Marco Antonio parecía estar bajo los efectos de una droga o brujería, ya que , en vez de pensar en vencer a sus enemigos., siempre estaba pensando en ella. Ambos convivieron juntos y tuvieron dos gemelos, Alejandro Helios ( “ El sol”) y Cleopatra Celene ( “ La luna”).
Tras ser informado de la muerte de su amada por envenenamiento, Marco Antonio, cumpliendo la promesa que ambos amantes se hicieron de que uno seguiría a la muerte al otro, se quita la vida.
Sissi de Baviera y Francisco José
Todo comenzó en 1853 en una localidad cerca de Salzburgo donde el Emperador, de apenas 23 años, estaba de vacaciones. Francisco José debía haber sido presentado a la princesa Elena de Baviera, hermana de Elizabeth, pero al conocer a Sissi se enamoró perdidamente y oponiéndose a su madre se comprometió con aquella joven de apenas 15 años.
Un año después se celebró la boda y Austria adoraba a la joven emperatriz. Sin embargo, Sissi no era feliz. Francisco José la amaba, pero al gobernar, tenía poco tiempo para ella.
La madre del Emperador nunca aceptó a Sissi y la tensión llegó a tal punto que la Emperatriz comenzó a tener una vida bastante independiente de la de su marido, le encantaba viajar y solía escaparse bastante.
Fue asesinada a la edad de 61 años en un atentado político. Junto al Palacio Real, muy cerca del Teatro Nacional y el Ayuntamiento, su marido Francisco José, decidió construir un parque abierto al público, con un memorial de Elizabeth.
Napoleón Bonaparte y Josefina de Beauharnais
Pareja polémica. Firmaron un contrato matrimonial con separación de bienes, totalmente falso, ya que Josefina poseía sólo lo que llevaba puesto y Napoleón no tenía fortuna.
Napoleón se enamoró de ella a primera vista. Josefina era una viuda alegre, apasionada y madre de un chico de catorce años. La gente se burlaba de Napoleón porque éste “quiso pagar por lo que otros obtenían gratis” al casarse con ella.
En las frecuentes ausencias de Napoleón cuando su mando en el Ejército de Italia, aprovechó para mantener amantes. Esto motivó que Napoleón también tuviera amantes, entre ellas algunas damas de compañía de su esposa.
A pesar de haberla coronado emperatriz, cuando tuvo que escoger entre el amor y la sucesión de su monarquía, Napoleón dejó a Josefina.
Finalmente se divorció de ella, sin heredero alguno y se casó con una mujer de sangre real, MªLuisa de Habsburgo, con la cual esperaba fundar una dinastía. Sin embargo, tras ser enviado al exilio, su esposa no le acompañó; su imperio y su amor se deshicieron.
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